La
participación, el control social, la rendición de cuentas y la trasparencia son
herramientas que permiten a la ciudadanía a ejercer con eficiencia y eficacia
su derecho a la información y a controlar. En ese contexto recordemos que el presidente
del Estado Evo Morales Ayma, promulgó el Decreto Supremo N° 3251 en el que se aprobó
los planes de implementación de gobierno electrónico y de software libre y
estándares abiertos en el Estado Plurinacional de Bolivia. Esta iniciativa
formaría parte de su estrategia de quedarse en el Gobierno por muchos años más;
ya que se conoció el Plan de Implementación de Gobierno Electrónico 2017-2025 y
el Plan de Implementación de Software Libre y Estándares Abiertos 2017-2025,
que forman parte del Decreto Supremo 3251, firmado el 12 de julio por el primer
mandatario Evo Morales.
EL Gobierno
Electrónico, es un avance que vienen realizando varios países para entrar al
aprovechamiento de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
(TIC). En estás se tienen que incorporar conceptos nuevos para la
administración pública más eficiente, eficaz y transparente, mediante la
información a los ciudadanos en línea. Que necesariamente son mecanismos de
control de gestión, servicios, trámites y contratación estatal de bienes y
servicios a través de las redes digitales, basada en la gestión del
conocimiento.
Esto
implicaría mejorar el desempeño del sector público, a través de la adopción del
Gobierno Electrónico como la herramienta hacia la modernización y buen
gobierno, que tiene que contemplar: información y servicios en línea para la
ciudadanía y el fortalecimiento de los elementos participativos, esto provocaría
automáticamente la formulación de estrategias nacionales y locales, para lograr
una administración pública más transparente y democrática, adaptando sus
servicios a las necesidades de los ciudadanos y las empresas y fortaleciendo
las relaciones con éstos.
Las
iniciativas de datos abiertos que se están implementando en el mundo, ponen de
manifiesto que la apertura de datos no sólo facilita la distribución de
servicios a los ciudadanos, sino también el control que éstos pueden ejercer
sobre su calidad.
Esta
nueva forma de hacer gestión pública promueve por tanto, políticas de
transparencia, canales de participación ciudadana para el diseño e
implementación de las políticas públicas (e incidir en la toma de decisiones) y
mecanismos que estimulen el aprovechamiento de las capacidades, de la experiencia,
del conocimiento y del entusiasmo de la sociedad para generar soluciones a todo
tipo de problemáticas comunes.
Se está
demostrando que el desarrollo económico puede venir dado por el retorno
producido de la creación y venta de nuevas aplicaciones o servicios, o también
por el ahorro que puede suponer: producir servicios innovadores reutilizando,
con un mínimo costo, información que proviene del sector público, la realidad
ha cambiado y sigue cambiando aceleradamente.
Si los
Estados no lo asumen, adaptándose creativamente para aprovechar las nuevas
oportunidades que se abren, se perderá una valiosa posibilidad para mejorar la
calidad de las instituciones públicas, permitir que los ciudadanos sean
verdaderos protagonistas de su destino y construir una sociedad con menos
desigualdad.
La
humanidad se encuentra en un nuevo periodo, la sociedad-red, un nuevo espacio
que cada día es menos abstracto y más tangible. Son todos ellos
ciber-ciudadanos, en nuevo mundo.
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