La militarización desde la perspectiva del pensamiento complejo
Por: Julio César Maldonado
Leoni *
El empleo del
Poder Militar del Estado es un recurso legal y legítimo del pueblo boliviano,
a través de los órganos de Poder Ejecutivo y/o Legislativo se activa, como
último recurso que dispone el Poder Nacional de acuerdo a la situación y
nivel de escalada del conflicto.
En
el imaginario común de los ciudadanos,
los casos de conflicto bélico, fueron los
más corrientes; el Estado dispuso de sus Fuerzas Armadas, para que en
representación de la Nación realicen Operaciones de Guerra con el
uso de sus armas de fuego en defensa de la soberanía. El despliegue del
instrumento de la Fuerza Permanente para hacer frente a un adversario
convencional o para enfrentarse a un oponente no convencional, son los
casos conocidos en la Guerra del Chaco o en las Guerrillas de Ñancahuazu,
respectivamente. En ambas situaciones se recurrió al factor del Poder
Militar para imponer la voluntad del pueblo, al que representa, sobre el
adversario.
Sin
embargo, en la Doctrina Militar se
consideran las Operaciones de No Guerra,
en ocurrencias de desastres naturales, epidemias o como la actual pandemia
del COVID 19 conocida como la peste china, en las que se emplea a las
Fuerzas Armadas, de manera legal y legítima, con la diferencia
que no recurre al uso de las
armas de fuego, por lógica del
principio de Proporcionalidad, el empleo del Poder Militar se basa
en la Disciplina y la Obediencia, pilares fundamentales en el militar,
además del valor y de la organización sólida que son características de la
Institución Militar.
Estos son los
factores esenciales que predominan, inspiran e impulsan a la autoridad política
a militarizar el país, una región, un departamento, provincia o municipio
en el territorio nacional, no con el propósito de atacar con armas letales
o no letales a su propia población, sino con la firme convicción
y decisión de imponer orden y
disciplina en el acatamiento de las
disposiciones impartidas en correspondencia a la defensa de la vida de la
sociedad y destinadas a controlar o neutralizar una amenaza.
Es el caso del
COVID 19, el Poder Político emplea a las Fuerzas Armadas para proteger a
la población e inducirla a que acaten la normativa establecida, por el
bien común de los ciudadanos. Este proceso de
militarización es la mejor muestra del
reconocimiento a los pilares de disciplina y
obediencia que tienen los profesionales militares, por lo que la autoridad
política del Estado, garantiza que la población frente a la disciplina y
obediencia del militar, por reciprocidad, tendrá el mismo comportamiento
disciplinado y obediente.
Claro,
bajo los criterios de la Dialéctica y del razonamiento
lineal, esta es una verdad y es correcto pensar que los resultados serán
favorables y positivos, porque el ciudadano sabe que está frente a una
autoridad disciplinada y obediente, por lo que tendrá el mismo
comportamiento de relación de valores de disciplina y obediencia. Esto es
preciso y demuestra que la militarización está bien
concebida como un recurso extremo de empleo de la Fuerza Militar, el
último recurso disponible: El empleo de la Reserva y Base Moral del Pueblo
…después de ella, no queda nada. Seguramente los protocolos de empleo de
la fuerza complementarán esta decisión política, es lógico pensar que
controlarán que no exista movimiento de personas, tráfico de vehículos,
control de personas y si hay tránsito de personas, estará de acuerdo con
el número de la cédula de identidad, entre otras disposiciones.
Bien, con el
único propósito de aportar con criterios doctrinarios y estratégicos, con la
mayor buena fe, pongo en consideración de las actuales autoridades
políticas y militares, recurrir al factor Organización Militar y al
concepto multidisciplinario de empleo del poder en el marco de las
Operaciones Interagenciales, ambas, la Organización Militar y las Operaciones
Interagenciales, como expresiones propias del pensamiento
complejo e interdisciplinario, que va más allá de
la Dialéctica lineal.
Además de las fortalezas
de Disciplina y Obediencia, está la cualidad de decisión que tienen los
militares. Considero que es oportuno activar la organización que tienen las
Fuerzas Armadas en la rama de la
Logística. Me refiero al personal de
los Batallones Logísticos con
las especialidades de Intendencia, Sanidad,
Transportes y Pagaduría y Caja, cuatro
armas del Servicio para el Apoyo de Combate (SPAC) que dispone las
Fuerzas Armadas y que son parte de la Organización Militar.
El otro recurso
estratégico es el concepto de Operaciones Interagenciales que
doctrinariamente las Fuerzas Armadas están en capacidad de conducir y
realizar, además de ser las únicas. En este caso, las Fuerzas Armadas
dirigiendo las operaciones interagenciales con la Policía
Boliviana, con las Gendarmerías Municipales, con
los Servicios Departamentales de Salud y
con los sindicatos de los mercados de abasto.
¿Cuál
sería el instrumento estratégico que
operacionalice estas consideraciones del pensamiento
complejo e interdisciplinario?
La conformación
de Equipos de Tarea Multifuncionales (ETaM´s) que operen desde bases de
operaciones multifuncionales, se desplacen a un área de operaciones, donde
cumplan con las tareas multifuncionales y retornan a sus bases de
operaciones.
La confirmación
básica de un ETaM, con elementos más o menos sería:
- Un
militar de armas de combate, comandante
del Equipo, como máxima autoridad y responsable de
las operaciones.
-
Dos policías para hacer cumplir las
disposiciones y realizar las detenciones
que correspondan.
- Un médico
militar de sanidad operativa o un suboficial/sargento de sanidad para
realizar los test de control inicial a domicilio
- Un
miembro del Servicio Departamental de Salud (SEDES) con una ambulancia para
las evacuaciones (Una ambulancia por cada diez ETaM´s).
- Un
suboficial o sargento de transportes con un vehículo cargado con víveres,
alimentos y verduras para realizar el abastecimiento a domicilio (mercado
ambulante).
- Dos
gendarmes municipales para controlar el abastecimiento a domicilio.
- Una
persona del mercado de abasto para la venta de productos a domicilio.
- Un
pagador militar para la cancelación del bono dignidad a personas de la tercera
edad y pago a los discapacitados a domicilio (pagador a domicilio).
- Un
técnico fumigar del Servicio Departamental de Salud (SEDES) para desinfectar la
base de operaciones, el área de operaciones y a las personas.
Esta
organización compleja e interdisciplinaria en
Equipos de Tarea Multifuncionales realizaran operaciones
militares de No Guerra, operaciones policiales de seguridad y orden público,
operaciones de salud contra el COVID 19, operaciones económicas de pago de
bonos, operaciones de abastecimiento de alimentos. Cinco agencias
integradas para realizar cinco tipos de operaciones funcionales diferentes
en una sola acción decidida.
Los protocolos
serán establecidos de acuerdo a la participación de cada una de las
agencias, con la premisa de proteger primero a la fuerza, para cumplir con
su misión, esto quiere decir, que al Equipo de Tarea Multifuncional se debe
dotar del equipo de bioseguridad y los medios para cumplir su
misión multifuncional; debe ser parte del
protocolo que este equipo debe ser desinfectado
en cámaras de desinfección antes de salir
de la base de operaciones, durante el cumplimiento
de sus tareas y al retornar a la base de operaciones. La protección de la
fuerza debe ser prioridad de la militarización.
Este tipo de
operaciones en el marco del pensamiento complejo e interdisciplinario,
promete mayores resultados positivos, funcionando de manera integral e
interoperando de manera decidida, en respuesta a
los conceptos estratégicos de “Empleo
decidido de los medios” y la
“Acción Multipropósito de las Formas”.
*Cnl. Julio César Maldonado Leoni
Cel. 72233355
E-mail: jucemale@gmail.com
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